Kvernufoss
La cascada escondida que nos regaló silencio, niebla y asombro
A solo unos pasos de la imponente Skógafoss, donde las multitudes se agolpan bajo toneladas de agua, descubrimos un secreto. Kvernufoss se esconde tras una grieta, apartada del bullicio, como si el paisaje quisiera guardar para sí un rincón de calma.
El sendero, estrecho y algo resbaladizo, discurre junto a un río que ya anticipa la belleza que está por venir. Nos detuvimos allí, atraídos por la serenidad del agua fluyendo entre piedras y hielo, y aprovechamos para hacer algunas fotos antes de continuar.
Al llegar, el rugido de la cascada se convirtió en un susurro envolvente. Pudimos fotografiar con pausa, sin prisas. La verdadera sorpresa, sin embargo, nos esperaba dentro: una cueva natural nos permitió situarnos tras el velo de agua y mirar hacia fuera, como si el mundo se viera por primera vez desde un lugar sagrado.
El vapor constante nos empapó, obligándonos a proteger cada disparo. Capturar su inmensidad no fue sencillo: el encuadre exigía altura y paciencia, y el spray parecía querer borrar la imagen antes de nacer. Pero allí, empapados y en silencio, supimos que ese instante era solo nuestro.




